Varias de las novelas del siglo XVIII de las que hemos hablado en clase han sido llevadas al cine magistralmente.
Las amistades peligrosas, de Stephen Frears, 1988, magnífica adaptación de la obra epistolar del mismo nombre del francés Chordelos de Laclos.
Robinson Crusoe, dirigida por Luis Buñuel en 1954 y basada en la obra homónima de Daniel Defoe.
Y por último, una adaptación muy divertida de Los viajes de Gulliver, dirigida por Rob Letterman.